Cada vez más hoteles del mundo apuestan por ofertas extravagantes para
atraer huéspedes. Estas propuestas hoteleras tienen algo en común.
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Hotel Q Sation Retreat |
El hotel “Q
Station Retreat” era una estación de cuarentena en Sydney donde, entre 1830 y
1984, barcos
cargados de inmigrantes eran mantenidos en cuarentena para proteger a la
comunidad local del
posible contagio. Hoy en día, y luego de una importante inversión, se ha
convertido en un Hotel de cuatro
estrellas, que ofrece como distintivo, este pasado histórico peculiar. El turismo
en sitios históricos ha pasado de la visita diurna a los hitos consagrados a
vivir la experiencia del espacio histórico en sí.
Otro de
estos ejemplos es el “Null Stern Hotel”, que fue originariamente una
instalación artística dentro de un bunker antinuclear y que hoy en día es el
primer No-Stars Hotel, un hotel cero estrellas que ofrece alojamiento
ecológico de lujo.
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Null Stern Hotel |
Siguiendo
estas tendencias, cuyo pionero fue el “Jules Undersea Lodge” en Florida, los
hoteles bajo agua se han extendido a diversas latitudes y tienen pares en sitios
como Suecia, pequeñas cabañas medio-sumergidas del “Utter Inn”, ó émulos de
lujo como el “Poseidon Undersea Resort” en Fiji, o el “Hydropolis” en Dubai,
aún en construcción.
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Jules Undersea Lodge |
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Utter Inn Hotel |
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Poseidon Undersea Resort |
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Hydropolis |
Ya se
trate de sitios construidos de hielo, como el “Ice Hotel” de Suecia, o Quebec,
o con bloques de sal, “Hotel Luna Salada” en el salar de Uyuni, Bolivia; la
pauta es precisamente transgredir las reglas del modelo clásico de hospedaje.
El desafío es proponer al turista una experiencia única, diferente y
cautivante.
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Ice Hotel Quebec |
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Hotel Luna Salada |
Es posible
que estos nuevos productos apunten a ser un vehículo de experiencias. No es que
el modelo hotelero clásico o tradicional se haya agotado, sino que es el
turista quien ha multiplicado sus gustos, sus búsquedas y encuentra en lo
exótico un vestigio de autenticidad.
Los
conceptos de descanso y confort, aunque sean tenidos en cuenta en muchas de estas opciones, ya
no son su tema central. El eje de este tipo de consumo es experimentar, la búsqueda
de sensaciones, la anécdota. Haciéndose
eco de las tendencias del mercado, los hoteles utilizan la extravagancia como
forma de distinción, como valor agregado para atraer clientes.